sábado, 11 de diciembre de 2010

BIBLIOGRAFIA

Bibliografia


LIBROS

RADIGALES Jaume, Las funciones de la música.

GIROUX A Henry, El ratoncito feroz.


WEBS:

WIKIPEDIA: http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%BAsica_cinematogr%C3%A1fica
YOUTUBE
Más lo que ya hemos citado o vinculado en el trabajo.

DOCUMENTOS AUDIOVISUALES:
DVD la Bella y la Bestia.
CD de la bando original del musical oficial de la Bella y la Bestia (versión castellana)

CONCLUSIÓN

Conclusión

En este trabajo sobre la música de la Bella y la Bestia hemos podido descubrir que nada está dejado al hazar sino que al contrario todo está pensado con precisión.
Por una parte nos dimos cuenta que las músicas no tienen que ser solamente bellas y agradables sino que tienen que servir para algo, para definir un personaje, para reforzar un sentimiento, para crear un ambiente etc. Ayudan al espectador a ubicarse, a captar los matices de los personajes y a ver su evolución.
Por otra parte vimos que La bella y la Bestia es una película maravillosa en la cual se tuvieron en cuenta cada detalle. Por esas razones se llevo al teatro musical de forma tan precisa, buscando guardar lo maximo todos los elementos de la película original.

Es sin duda un trabajo con el cual hemos aprendido mucho pero que también hemos podido disfrutar...

sábado, 4 de diciembre de 2010

INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA

EL COMPOSITOR DE LA BELLA Y LA BESTIA 

Datos generales y obras principales  
Las músicas de La Bella y la Bestia se deben al compositor Alan Menken. nacido en New Rochelle en Estados Unidos el 22 de julio de 1949. Este compositor, escritor de canciones y músico ha ganada ocho Oscars y ha sido nominado en 18 ya sea para la “mejor canción” o la “mejor banda sonora”. También se ha llevado varios Grammys, Tony y Drama Desk. Sus principales obras han sido para las películas de Disney y se puede decir que ha tenido una parte de responsabilidad en lo que llamamos “la segunda temporada de oro de Disney”.
Dentro de sus principales obras podemos citar a La Sirenita, La Bella y la Bestia, Aladdin y Pocahontas, con las cuales se ha llevado dos Oscars para cada una de ellas. Sin embargo, ha trabajado en muchísimas más obras como El Jorobado de Notre Dame, Hércules y Encantada entre otros. También ha trabajado para televisión en Padre de Familia por ejemplo y ha compuesto para musicales como King David o Sister act.
Biografía
Alan Menken viene de una familia de clase media cuyo padre era dentista y cuya madre era ama de casa. Nada lo llevaba a priori a interesarse por la música pero desde muy joven se siente atraído por ella y pronto estudia violín y piano. Empieza sus estudios en la Universidad de Nueva York como “pre-med” pero rápidamente cambia de enfoque y va hacia la música. Asiste entonces a un gran taller de teatro musical (IMC Lehman Engel), toca con regularidad en pequeños locales o “clubs” y empieza a componer jingles y canciones.
A finales de los años 70 escribe varios shows que se exhibieron con éxito pero que no llegaron a ser producidos de verdad. Su primer gran trabajo es entonces para el Off-Brodway WPA teatro donde trabaja con Ashman. En 1979 trabaja en Que Dios le bendiga Mr Rosewater, eso fue su primer éxito superado tres años más tarde por su trabajo en la tienda de los horrores por el cual gana un Drama Desk. En 1983 recibe otro premio (BMI Career Achievement Award) para todo su cuerpo de trabaja en el teatro musical. Durante la década siguiente empieza a trabajar para el teatro paramount y continua ganando fama. En 1994 se estrena el musical de La Bella y la Bestia en Broadway y para este trabajo Menken recibe dos Tony y Drama Desk. A partir de entonces es contratado por Disney y trabaja sobre todo para esas películas, cuyas obras más importantes ya hemos citado al principio. Llega a ser nombrado leyenda Disney en el 2001. Hoy en día vive en Nueva York con su esposa, ex bailarina de ballet, y sus dos hijos.

CÓMO TRABAJARON LOS GUIONISTAS Y MUSICOS 

En los primeros años de Disney los dibujantes se inspiraban de una música para hacer surgir imágenes. Musicos, dibujantes, técnicos y guionistas trabajaban en la misma mesa y a base de una música elegida, o creada según el caso, iban creando imágenes, basándose en el ritmo para crear los movimientos de los distintos personajes. “La música por su propia naturaleza, es un movimiento constante y ese movimiento evoca cada gesto” decía el propio Disney. La música era entonces la fuente principal de imaginación: “no teníamos más historia que contar que la que saliera de nuestra imaginación. Por lo tanto escuchábamos una y otra vez la música para ver que imágenes se generaban en nuestras mentes.” Sin embargo, en la segunda etapa de Disney, en la cual se encuentra nuestra película La Bella y la Bestia, el funcionamiento era ligeramente distinto. Ya no partían de una música ya creada o elegida sino que trabajaban la creación del dibujo y de la música en el mismo tiempo. A medida que se iba haciendo las imágenes el compositor componía y al revés, cuando el compositor traía una partitura los dibujantes retocaban sus imágenes para que todo acabe de cuadrar. Parece ser que fue de aquella forma que procedieron para nuestra película. Cabe decir que esa película llevó 3 años de labor, participaron 600 animadores, 14 creadores artísticos que crearon 1300 fondos y 226 mil celuloides todos pintados individualmente. Además, en búsqueda de realismo o credibilidad los propios dibujantes tomaron, por ejemplo, clases de vals para reproducir correctamente los distintos pasos de la famosa escena del baile. Es evidente que intentaron crear verdaderos personajes y podemos decir aquí que para el personaje de Bella se basaron en la idea de crear una mujer distinta a lo habitual, con un aspecto más europeo. Por ello se le dibujaron unos labios más gruesos, unas cejas más oscuras y los ojos de menor tamaño que La Sirenita. Para la Bestia se inspiraron de diversos animales, tomaron como modelos la melena de un león, la barba y la cabeza de un búfalo, los colmillos y el hocico de un jabalí, la cara de un gorila, las patas y la cola de un lobo y el cuerpo grande y pesado de un oso. Cabe decir también que en un principio los Estudios Disney querían que la historia de la Bella y la Bestia fuese un drama en el que se mezclaran pequeñas dosis de música y humor. Pero, aprovechando las influencias de los "music hall" franceses y otras tantas de la época y lugar en que ocurre la historia, los ejecutivos de la Disney quisieron convertirla en un musical. Es a partir de esta decisión que llamaron al compositor Alan Menken. Las canciones de la Bella y la Bestia fueron entonces, desde un principio, muy pensadas para el teatro musical.

Videos interesantes para saber cómo trabajaron, las dificultades y demas. Entrevistas a actores, a Menken, ect...

MIRAR ESTOS LINKS:
Música y magia
Presentando los numeros musicales
Bella y sus libros
Sobre Alan Menken

COMPARACIÓN DEL MUSICAL Y DE LA PELÍCULA

EL EQUIPO CREATIVO Y LA FORMA DE
TRABAJAR LA ADAPTACIÓN


La Bella y La Bestia es el musical basado en la película de Disney de 1991, aunque podríamos decir directamente que es una réplica de la película de dibujos animados. Para llevar a cabo la adaptación al musical se necesitaba un gran equipo creativo que fuera capaz de trasladar toda la esencia de la película al escenario, transformando cada uno de los detalles. Para ello contaron con la adaptación del libreto de Linda Woolverton. El mismo compositor, Alan Menken, se encargó de la ambientación sonora y juntamente con Tim Rice y Howard Ashman crearon nuevas canciones y letras para coser el musical con gran maestría. La Bella y La Bestia consiguió 6 nominaciones a los Premios Oscar y fue la primera película de animación de la historia que optó al Oscar a la Mejor Película. Finalmente ganó 2 Oscar (Mejor Canción y Mejor Música Original) y además recibió 3 Globos de Oro y 2 Grammys.
La versión teatral de La Bella y La Bestia, considerada ya un clásico moderno, lleva representándose en Nueva York ininterrumpidamente desde 1994 y siempre se ha estado representando en algún país del mundo.

En España, La Bella y La Bestia se estrenó en Madrid en 1999 y obtuvo récord de permanencia hasta ese momento con 27 meses en cartel. Después del gran éxito ha estado durante dos largas temporadas en Barcelona. El espectáculo es una
réplica exacta de la puesta en escena de Nueva York llevando consigo la soberbia de Broadway. Los decorados y el vestuario representan a la perfección el fascinante universo de la película animada. El ritmo, el sonido, los diálogos, las canciones y las actuaciones recrean, en su conjunto, efectos cinematográficos. Los espectadores, tanto grandes como pequeños, salen del teatro con la sensación de estar inmersos en un cuento de hadas y es que gracias a la iluminación, los decorados, el excelente vestuario, los efectos especiales y la grandeza de la música en directo nadie puede escapar de la magia de este musical. Citar únicamente la importancia de la música y la voz en directo en un espectáculo de estas características. Una orquesta formada por 15 músicos trazando el camino por donde van navegando unos excelentes cantantes conforma el elemento más importante para que fluya la magia.

LA BANDA SONORA, CREACIÓN DE NUEVOS TEMAS

Necesidad de nuevas canciones para vehicular la trama
La producción cuenta con varias canciones compuestas expresamente para el teatro que no se encontraban en la película original, así como el número Ser humano otra vez, que fue escrita para la película original, pero que en un principio, se eliminó del montaje final. Precisar que en la reedición del DVD, que ha salido a la venta en noviembre de 2010,  si que se incluye esta escena, con la canción, dentro de la película. Estas canciones añadidas en el musical ayudan a tejer la trama de manera que la letra de las canciones forma parte del discurso audiovisual del espectáculo. Es decir, que necesitamos las canciones para entender las acciones que se van sucediendo. Algunas de ellas han cambiado respecto al lugar que ocupaban en la línea del tiempo de la película y también han sufrido pequeños cambios en las letras, para conseguir una mejor adaptación. Aquí ponemos la lista de las canciones de la película y la del musical. La mayoría de las canciones de nueva creación para el musical recogen la esencia de los diálogos de la película. Es por eso que cuentan como temas nuevos que no aparecen en el film. Otros dan origen a la creación de coreografías o tienen una presencia de la música tan notable que, sin ser cantadas, se han incluido como tales en el CD de la Banda Sonora del Musical. Por ejemplo, el tema Lobos, que en la película tiene la función expresiva y ambiental, ayuda a crear suspense, rapidez y acción; mientras en el musical, además de cumplir esas funciones tiene la consideración de tema musical. Eso refleja la gran importancia de la música en La Bella y la Bestia.

Canciones de la película que aparecen el en CD de la  banda  sonora:
1.    Prólogo
2.    Bella
3.    Bella (reprise)
4.    Gaston
5.    Gaston (reprise)
6.    ¡Qué festín!
7.    Ser humano otra vez
8.    La Bella y la Bestia
9.    Algo nuevo
10. Asalto al castillo
11. El renacimiento del príncipe


Canciones del musical que aparecen en el CD de la banda sonora:
1.    Prólogo
2.    Bella
3.    No importa qué
4.    No importa qué (reprise)
5.    Lobos
6.    Yo
7.    Bella (reprise)
8.    Hogar
9.    Hogar (reprise)
10. Gaston
11. Gaston (reprise)
12. No puedo imaginar
13. ¡Qué festín!
14. Si no puedo amarla
15. Entreacto
16. Lobos II
17. Algo nuevo
18. Ser humano otra vez
19. Loca mansión
20. La Bella y la Bestia
21. Si no puedo amarla (reprise)
22. Un cambio en mi
23. El linchamiento
24. Hogar (reprise II)
25. Transformación final


Las canciones del musical contienen infinitas secuencias de melodías que fueron creadas para la película. El método de trabajo de los músicos, en este caso particular, funcionaba a la inversa de lo habitual: tuvieron que crear, a partir una melodía concreta, canciones con letra y significado narrativo. Por ejemplo, la canción Si no puedo amarla, está creada a partir del leitmotiv de la Bestia, aunque vemos que la estructura de la canción es claramente comercial, rehuyendo un poco de la propia esencia del musical.

Si alguna canción nos llama la atención es Entreacto. Pues cabe citar aquí su razón de ser y su función. En los orígenes de la ópera romántica se incluían piezas externas a la obra pero que contenían temas o motivos de la misma. Eso servía de obertura para empezar el concierto un tanto contextualizados. Pues vemos que la mayoría de los musicales modernos siguen también esta estructura y nos presentan dos piezas que funcionan de apertura de la primera y la segunda parte, como si de un remix se tratara mientras los espectadores acaban de llegar a sus asientos. Así encontramos dos temas que funcionan como prólogo, introducción o demás en otros musicales; como Mamma Mia, El fantasma de la Ópera o Spamalot entre otros. En La Bella y la Bestia encontramos el Prólogo, que nos introduce en la historia y el Entreacto que nos presenta una recopilación de los temas del musical y Lobos II pretende hacer algo parecido.

ANALISIS DE DOS CANCIONES

Canción ¡Qué festín! en la película


La canción “¡Qué festín!” en la película de Disney presenta una introducción con un texto de presentación sobre una melodía con acordeón, al estilo francés, en el que Lumière le explica a Bella que han preparado un banquete especial para ella. Seguidamente el candelabro entona a capella Qué-fes-tín hasta que arranca un acompañamiento muy suave sobre el que se puede escuchar el sonido de metal de los cubreplatos. Es una parte, por así decirlo, de presentación dónde se da mucha importancia a la explicación de Lumière. Seguidamente se da un giro importante en el momento en que aparecen los platos haciendo un baile con coreografía. Ese cambio se detecta en la mayor intensidad de los instrumentos así como en el coro femenino (que únicamente acompaña con un ohhhh) que da mucha más presencia a la escena. Eso también le otorga cierto aire de magia. Después el coro, al que se añaden los hombres, anuncia los platos del menú "hay ragu, hay souflet" y ese incremento nos lleva al final de esta parte con una triple repetición de "¡Qué festín!".
Un pequeño silencio nos anticipa una nueva parte; Din Don, solo, debajo de un foco de luz, se muestra incómodo porque no han contado con él para el banquete. Es entonces cuando recuperamos la melodía del inicio, con el acordeón y un violín al estilo francés, pero esta vez con unos acordes menores y decrecientes. Todo toma un tono melodramático, incluso la luz se ha convertido en azul, de un tono muy frío. Además, unos cascabeles que simulan la nieve, de forma extrediagética, se convierte en diegética cuando vemos que son dos saleros que están tirando sal. Un cambio de tono, un tanto brusco, nos conduce hacia la tercera parte mucho más alegre, con un ritmo más acelerado y dinámico. Ésta se separa de la segunda con un paro de la melodía, un pequeño silencio a nivel musical, donde Lumière le da paso a la Señora Potts que canta con música orquestal de fondo, más alegre y más parecida a la de la primera parte. Al mitad de esta tercera parte vuelven a aparecer las palabras "¡Qué festín!", dos veces, de forma muy potente, con varias voces y acompañadas de imágenes dinámicas y rápidas en las cuales los objetos animados empiezan a conforman un gran baile. A partir de ese momento la música se presenta en su máximo esplendor con diferentes melodías para cada instrumento donde los violines tienen secuencias muy cortas y vivaces acompañadas por un coro que hace de pedal y otro que va cantando la melodía. Destacar el momento del crescendo, cuando las dos hileras de velas se van abriendo una tras otra para descubrir a Lumière, que tras la culminación apoteósica de ese crescendo da paso a una secuencia muy rítmica en la cual podemos apreciar un ralentí de la melodía. Esa misma melodía recuperará el ritmo original que permite que la sincronización con los gestos y movimientos de Lumière y las cucharas. También podemos apreciar una modulación operística de la soprano que representa al armario para mostrar aun más la espectacularidad del momento. Finalmente la coda nos conduce al final, el importante “¡Qué festín!” se repite otras tres veces, aumentando cada vez más el volumen y la potencia para terminar con un “¡Qué gran festín!” con unas notas prolongadas y muy marcadas que anuncian un final apoteósico.

¡Qué festín! en el musical:



La canción ¡Qué festín! en el musical tiene prácticamente la misma estructura que acabamos de ver para la película. La primera parte de la canción podríamos decir que es exactamente igual, el único cambio apreciable es que el acordeón  que nos introduce al tema está aquí acompañado por más instrumentos de percusión como timbales muy grabes. En la escena donde inicialmente sólo aparecen Din Don y Bella se fan añadiendo los utensilios del banquete, primero un tenedor, un cuchillo y una cuchara y el coro femenino que escuchamos pero no vemos en escena aparece tras un telón translucido gracias a un cambio de luces, es entonces cuando ya tenemos a unos diez bailarines en escena. Un cambio interesante es ver que la segunda parte, donde aparecía Din Don triste porqué no contaban con él para el banquete, no es exactamente igual en el musical. Encontramos en este momento la parte instrumental con una pequeña variación sobre la cual Lumière pide a Bella que baile con él, así que los dos personajes empiezan un pequeño baile por el escenario. Este cambio se produce para potenciar el espectáculo en vivo y en directo, ya que enriquece mucho el feeling con el público porqué es más cercano. Pero ese cambio no interfiere en la estructura global del tema ya que seguidamente recuperamos la tercera parte. Un coro femenino de ohhhh al estilo griego introduce a través de un crescendo muy potente y vivaz la aparición de la Señora Potts. A medida que va cantando la tetera van entrando todos los utensilios, los platos, las cucharas, las servilletas, la sal, la pimienta, etc. Así podemos entender el cambio respecto a la película ya que los actores necesitan un tiempo para cambiarse de vestuario y aparecer de nuevo en escena caracterizados como auténticos utensilios. Por así decirlo, ese tiempo en que Bella y Lumière bailan es necesario para el desarrollo logístico de la escena.  La intervención de la señora Potts da paso a la escena que ha cambiado de posición en la que Din Don está deprimido por tener una vida de sirviente convertido en un reloj. Aquí hay otra estructura totalmente nueva que es una melodía con el acordeón simulando un tango con mucho glamur que bailan Lumière y una fregona de la que está enamorado. Es una melodía totalmente diferente a las que hemos escuchado hasta ahora y que quiere parecer una reminiscencia de otras melodías conocidas. Eso nos conduce a una presentación de todos los utensilios en la que aparecen haciendo bailes espectaculares que sustituye a la escena gráfica en la que vemos las series de platos y copas en la pantalla. Por lo que hace referencia a la parte musical final se podría decir que es prácticamente igual, un final apoteósica típico de los musicales de Broadway. Encontramos el mismo ralentí que funciona como la coda, la preparación para el final. Con la repetición de las palabras qué festín, se da mucha importancia a esa última repetición, como en la película. Esa forma de acabar crea el mismo efecto que en la película, una idea de crescendo que nos anuncia el final. La espectacularidad también es presente porque en la película hacen figuras y dibujos impetuosos pero en el musical las coreografías también son muy elaboradas e impresionantes. De forma general se puede decir entonces que la estructura global de la música se respeta, aunque sufre algunas alteraciones y se añade alguna parte que no está presente en la película. De esta forma se conserva la transmisión de energía que pretende dar este tema. Los cambios que aparecen sólo sirven para paliar problemas escenográficos o para, al contrario, aprovechar la escena para introducir nuevos números de bailes y conseguir la misma espectacularidad y el mismo atractivo que en la película.
mirar video a través de este link: video que festin, musical 

Canción “La Bella y la Bestia”, en la película:

La canción empieza con cinco notas que crean una melodía ya muy conocida para todos, porqué como hemos citado anteriormente este se convierte en el leitmotiv final de la relación entre ambos personajes. Esta melodía de cinco notas se repite 2 veces mientras vemos aparecer a Bella en la parte izquierda de la escalera. Cuando Bestia aparece por la derecha se vuelve a repetir dos veces esta melodía pero mientras para Bella se utilizaba el viento, la cuerda de violín es la que se utiliza para él. Vemos así la presentación de los dos personajes que se encuentran en una majestuosa e inmensa escalera en la cual uno aparece por la derecha y otro por la izquierda. Esta escena se parece un poco al encuentro entre Rose y Jack en Titanic. La señora Potts empieza a cantar cuando los dos personajes se reúnen en el rellano en medio de la escalera. Es una escena muy dulce, tierna. La música va alternando frases con el violín y con el clarinete mientras sigue un acompañamiento con el piano muy rítmico pero a la vez muy suave. Esas frases se van intercalando con los versos que canta al señora Potts. Hay un momento en que aparece un perchero tocando el violín junto a la mesa donde están cenando, entonces debemos considerar que el violín pasa a ser intradiegético. La función dramática nos presenta a los dos personajes mientras cenan, muy bien vestidos y arreglados. En el momento de la famosa frase "Bella y Bestia son" se dirigen al salón donde van a bailar. La frase es muy dulce y con una intensidad muy baja pero que se incrementa después del silencio para llevarnos al "Hoy igual que ayer, pero nunca igual" en el que empiezan a bailar. Vemos a Bella muy ilusionada y a la Bestia un tanto angustiado por el miedo a no saber hacerlo bien. Esta segunda parte está acompañada por un crescendo de la intensidad musical y vocal además de un tintineo de una cortina de metal consiguiendo así una sensación mágica. Eso nos conduce a una parte más orquestal donde se van intercalando por frases melódicas reafirmando así la confianza de la Bestia en sí mismo. Después del estribillo se repite la melodía de la primera estrofa para terminar con el estribillo "tiemblan de emoción, Bella y Bestia son" en un decrescendo de la melodía que acabará con las notas del leitmotiv, cerrando la canción tal y como la han empezado. Por lo que hace referencia a los aspectos formales es una escena menos llamativa si la comparamos con ¡Qué festín! pero hay que tener presenta que esta es una canción romántica por excelencia. Aunque es un compás 4/4 toma presencia de vals con una melodía majestuosa que ha pasado a la historia.



Canción de Bella y Bestia, en el musical


A diferencia de la canción ¡Qué festín! no se puede apreciar casi ninguna diferencia en la estructura musical del tema La Bella y la Bestia. Las únicas diferencias las podemos apreciar en los silencios de la partitura que en la película suelen ser de cuatro tiempos mientras en el musical tienen más presencia pasando a ser de 12 tiempos. Ese elemento sirve para separar mejor las estrofas del estribillo y para que ese silencio pueda apreciarse como un descanso por parte del espectador para el gozo de la imagen y la secuencia. La razón de esta exactitud en la representación del tema la podemos encontrar en la simplicidad de la puesta en escena; solamente se necesita la gran escalera al fondo, la mesa para la cena que entra y sale sola y un espacio donde bailar. La iluminación se encarga del resto. Cabe destacar que este tema ganó el Oscar a la mejor canción original, además de la mejor Banda Sonora, con lo cual debía ser lo más fieles posible a la película. Además cuando Alan Menkel, el escritor de la Banda Sonora, visitó Barcelona para el estreno del musical dijo que Mercè Martínez era la mejor señora Potts que había visto nunca, por su magnífica interpretación. Este tema y su leitmotiv ha pasado a la historia convirtiendo en un referente del universo Disney conocido por todos. 


LA RELACIÓN ENTRE EL CONTENIDO DE LA PELÍCULA Y LA MUSICA

EL CONTENIDO (a partir del libro el ratoncito feroz)

Henry Giroux dice en su libro El ratoncito feroz: Disney o el fin de la inocencia (2001) que el poder de la cultura Disney descansa, en parte, en su habilidad para despertar las esperanzas perdidas, los sueños frustrados, y el potencial utópico de la cultura popular. De la misma forma  Disney también proporciona un cierto placer a los millones de personas que adquieren productos, visitan sus parques temáticos, escuchan sus retransmisiones y contemplan, por ejemplo, sus magníficas producciones de Broadway. Eso sí que lo ha logrado la productora. Ha creado musicales increíbles que son réplicas de sus películas, con todo lo que ello significa; un gran presupuesto para crear decorados inmensos y majestuosos, vestuario de película, elencos increíbles que dominan todas las disciplinas, bailan, cantan... y lo más importante, atrapan a los espectadores transportándolos a un mundo mágico. ¿Pero que hay más allá de los aspectos formales? Disney dice ser un reflejo de la cultura popular, pues esta no es un simple reflejo del mundo sino que juega un papel significativo en su confrontación. “La cultura popular constituye un poder educacional que excita nuestros intereses y deseos. Además, implica que la cultura es, a su vez, ideología y poder. Reivindica que el entretenimiento americano, con Mickey Mouse como su embajador de buena voluntad, imparte "diversidad de oportunidades individuales, elecciones y expresiones personales y que, para los espectadores de todo el mundo, América es el lugar donde el individuo tiene la posibilidad de progresar y disfrutar de libertad política y económica” dice Giroux en el libro que hemos citado. Pues Bella representa esos ideales aunque de una manera mucho menos política. La situamos en una aldea francesa de los años ochenta en el seno de una familia formada solamente por ella y su padre. Bella representa la rareza, la excepción, pero que sin embargo atrae todas las miradas de sus vecinos.
 Giroux habla en su libro de los retrógrados roles sexuales evidentes que se ven en La Bella y la Bestia (también en la Sirenita). Pues a nosotras nos es difícil de identificar tales patrones. Si por algún personaje nos tenemos que fijar en ese aspecto es en el comportamiento completamente machista de Gastón, que únicamente quiere tener como esposa a la mujer más bella del mundo, como si de una colección de cabezas de renos se tratara. Tiene planificado todo lo que van a hacer juntos y el destino que le depara a Bella, sin saber si a ella le parece bien. Pues eso no nos resulta que sea una representación de evidentes roles sexuales. Porque Bella le planta cara a Gastón y no esconde la cabeza frente a las impertinencias de la Bestia. Es una chica que lucha por aquello que cree y consigue convertir la realidad en uno de sus cuentos favoritos. Entonces podemos preguntarnos si las películas de la factoría Disney son adecuadas para los niños. Disney construye una cultura de diversión e inocencia para los más pequeños alejada de la intersección de entretenimiento, placer y consumismo. "Han sido estrenos de mucho éxito que han satisfecho a un público masivo. Al unir éxito, consumo y cine, las películas de Disney nos ofrecen un mercado de cultura, plataforma de lanzamiento de productos y artículos diversos, incluyendo vídeos, discos con la banda sonoras, ropa para niños y niñas, mobiliario, muñecos y nuevas atracciones en los parques temáticos, etc". Algunas de las películas mencionadas se han servido del talento de los compositores Howard Ashman y Alan Menkel, cuyos excelentes arreglos proporcionan el engranaje emocional de la experiencia animada. El alegre episodio de ¡Qué festín!, la secuencia musical inspirada en Busby Berkeley de La Bella y la Bestia son indicativos del talento musical de estas películas. La fantasía abunda: el castillo encantado de la Bestia que es mágico ya que los objetos domésticos se han transformado en tazas y vajillas danzantes y en una tetera parlante. Sin embargo, junto a la fantasía mágica, en las alegres partituras musicales se encuentran los estereotipos característicos de la visión Disney de la cultura infantil. El monstruo con aspecto de lobo de La Bella y la Bestia evoca una mezcla de terror y amabilidad que luchará por convertirse en humano otra vez.
El tema de género podría abrir un debate en La Bella y la Bestia. Bella, es una heroína caracterizada como una muchacha independiente en un pequeño pueblo de la Francia dieciochesca. Considerada rara porqué siempre tiene la nariz metida en un libro, es perseguida por Gastón, el colmo del macho engreído de las películas de Hollywood de los años ochenta. Para mérito de Bella, ella le rechaza y al final concede su amor a la Bestia, que la mantiene cautiva con la esperanza de que se enamore de él y pueda romper el hechizo para convertirse de nuevo en humano. Bella no solo se enamora de la Bestia, sino que también lo "civiliza" al enseñarle a comer adecuadamente, controlar su mal humor y a bailar. Bella se convierte en un modelo de etiqueta y de estilo cuando convierte a ese tirano musculoso y narcisista en un "nuevo" hombre, sensible, atento y amoroso. Algunos críticos han etiquetado a la Bella como feminista porque rechaza y denigra a Gastón, el auténtico macho. Pero La Bella y la Bestia también se puede interpretar como el rechazo de la hipermasculinidad y una lucha entre las sensibilidades de Gastón y el sexista reformado, la Bestia. Pero pensamos que ese es un discurso muy simplista porque no se puede categorizar a los personajes de una forma tan superficial. La Bestia, ayudada por Bella, hace un esfuerzo para gustar a la chica. Sí, inicialmente lo hace con el fin de ser humano de nuevo, pero al final logra enamorarse de ella y que ella se enamore de él por ser como es. De deja a un lado toda perspectiva de género para pasar a ver una historia donde el espíritu de la buena voluntad acaba llevándonos a una historia de amor. Que Bella rechace a Gastón no es más que la muestra que una chica tiene derecho a decidir con quién quiere casarse. Pero aquí, Giroux, no habla del comportamiento machista y odioso que tiene este chico. ¿Él puede decidir que Bella va a ser su mujer sin apenas conocerla y Bella no puede decidir por ella misma? Nos parece que está en todo su derecho. "En esta lectura Bella ha dejado de ser una el centro de la película para pasar a ser el sostén o el "mecanismo que solucionará el dilema de la Bestia". Si hay alguna cualidad subversiva en la Bella, desaparece cuando se convierte simplemente en otra mujer cuya vida cobra valor por haber solucionado los problemas de un hombre".  En desacuerdo con Giroux, nosotras pensamos que el personaje de Bella tiene una personalidad muy definida, que aunque no se represente así a través de la música en el inicio de la película, se va descubriendo a medida que el film avanza. Decimos eso de la música porque es verdad que como explicamos en otras puntos del comentario, Bella se caracteriza por tener unas melodías dulces, tiernas y fantasiosa que podrían mostrar la imagen “clásica” de las mujeres de Disney. Sin embargo, la letra de sus canciones siempre muestran su verdadero carácter: una mujer decidida, con intenciones, decisiones y voluntad. Podemos citar por ejemplo la canción que canta justo después de la visita de Gastón a su casa, explica claramente que no se puede creer que le pueda pedir en matrimonio, y dice: “¡Me pidió matrimonio! ¡Yo esposa de ese palurdo, bobo! [...] Jamás, ni hablar, lo garantizo..."  Y acaba la canción explicando lo que ella quiere “Yo quiero otros mundos conocer. Quiero vivir millones de aventuras, es lo que más deseo hacer. Y quizás encontraré al amigo que soñé, sé que hay tanto aun por conocer". Es, por así decirlo, el primer personaje femenino de Disney que toma sus propias decisiones, que es una mujer independiente y que está orgullosa de ser así. Al faltar su madre se ha convertido en una mujer adulta a una temprana edad, incluso en algunos momentos tiene que hacerse cargo de su padre que está un poco mayor. Esa personalidad le otorga a Bella una imagen muy potente para todas las niñas que ven la película. Les está diciendo que no solamente tienen que ponerse vestidos de princesa, sino que también es posible otra manera de maniobrar. Y después de ella, Pocahontas, Mulan hasta la recién Princesa y el sapo.
LA SONORIZACIÓN DE LOS PERSONAJES DE BELLA Y BESTIA

Para seguir con el estudio de nuestro trabajo nos ha parecido particularmente interesante estudiar con más profundidad los dos personajes principales de esta película, es decir estudiar con más atención a Bella y a la Bestia. Por su puesto nos interesamos en ellos desde una perspectiva sonora, centrándonos sobre todo en la música que los representa o les acompaña. Sin embargo, cabe decir aquí que las voces y los efectos sonoros de los cuales disponen esos personajes tienen un peso importante a la hora de definirlos y hemos decidido hablar de ello, conjuntamente con la música.

Bella


La voz de Bella es interesante porque es, dentro de lo que cabe, muy musical. Es decir que su forma de hablar es parecida a una melodía, de hecho es el personaje que más cantar en la película. El timbre de su voz es el de una mujer, con una voz muy clara. Tiene una tonalidad aguda aunque tiene un amplio registro, incluso para las notas más graves, y la intensidad con la que habla podría calificarse de moderada ya que no es ni fuerte ni floja. Su entonación es casi siempre dulce, incluso cuando está enfadada o triste, la dulzura sigue presente en su voz. Estas características no evolucionan a lo largo de la película y eso muestra que ella no es la que sufre más cambios en la historia. Lo que cambia en ella es que al final de la película se enamora de la Bestia. Ahora bien, ese cambio no tiene que ver tanto con ella sino más bien con la evolución de la relación entre ambos personajes. Y esta evolución es posible gracias a los cambios que se operan en la Bestia, ella no cambia. Efectivamente veremos que la Bestia tiene una evolución muy marcada, los personajes del castillo también sufren algún cambio, en el sentido más radical de la palabra, ya que pasan de ser objetos humanizados a humanos de verdad. Esa constancia en la voz de Bella muestra entonces su “no-evolución”. Además, las características ya citadas de su voz concuerdan con el personaje ya que es una mujer dulce, femenina, bella, agradable y con un gran corazón. A nivel de efectos sonoros podemos decir que son muy poco perceptibles, al ser un personaje dulce no se refuerzan sus gestos o gritos con efectos sonoros. A penas se oyen sus pasos, de vez en cuando, pero es todo muy discreto y sutil, como en todas las princesas Disney. Veamos ahora la parte que más nos interesa, la música. Cabe decir que la primera vez que vemos aparecer a Bella, al principio de la película, la música que va sonando es muy dulce, aguda, agradable y ligera. Utiliza instrumentos de viento y los más agudos de la familia de la cuerda, incluso el arpa. Así se consigue un efecto que nos remete a los pájaros, como los que tiene ella volteando por su cabeza.  Este tipo de música es la que caracteriza a Bella, por ejemplo podemos ver que vuelven las mismas entonaciones y las mismas características básicas cuando, después de haber visto a Gastón que le propone en matrimonio, se va a los campos, cantando y explicando sus sueños. (ver video)
La música envolvente que acompaña a Bella es dulce, aguda, tranquila y agradable, como su voz. La letra de las canciones explica sus pensamientos (mientras que la música entorno a la Bestia sigue más bien sus movimientos). La música da una idea de evasión, la cual queda reflejada en los textos. Son músicas bastante románticas, con un ritmo más bien lento y volátil. Esas características siguen sin variar durante toda la película, vemos por ejemplo que cuando la Bestia le regala la biblioteca está sonando una música dulce detrás, entendemos por la dulzura de la pieza musical, que representa a Bella, a su alegría.  (Ver video)

En esta música en concreto empezamos a oír las notas que de la canción más conocida (la del baile entre Bella y Bestia) y eso nos anuncia que la relación entre los dos personajes está mejorando mucho. Esas notas que vuelven serían, por así decirlo, el leitmotiv de la relación entre los dos personajes. La música de Bella es entonces interesante porque ayuda a caracterizar este personaje femenino, dulce, casi un tanto infantil. No evoluciona demasiado a lo largo de la película y eso nos permite también ubicarnos y situarnos.

La Bestia
Es un personaje quizás más complicado, pero más interesante, ya que tiene a lo largo de la película una evolución muy importante y muy marcada. Al principio se presenta como un personaje feroz, animal, desagradable y malvado mientras que poco a poco se va humanizando, se vuelve agradable, protector y dulce. Esa gran evolución se ve sin duda en todo el ámbito sonoro que le acompaña. Veamos entonces como eso se refleja en su voz. La Bestia, en un principio, presenta una voz muy ronca (característica de los felinos), de timbre masculino, con un tono muy grave y de intensidad fuerte, lo que nos presenta una idea de ferocidad por parte del personaje. Además, su voz va acompañada por un eco (doble eco) que da una idea de profundidad y tiniebla. Este doble-eco crea una sensación aún más clara de la  animalidad de la Bestia. Tiene entonaciones bruscas, agresivas, que no hacen más que resaltar este lado animal. A medida que va avanzando la película, el personaje de la Bestia evoluciona, y con él su voz, volviéndose un poco más aguda, pasando de ser un bajo a tenor, y su timbre más humano. Su voz excesivamente ronca se disimula cada vez más, sólo queda un ligero toque que nos recuerda que sigue siendo “una bestia” pese a sus esfuerzos por humanizarse. Su intensidad se hace más variable y sus entonaciones más dulces. En cambio, una vez vuelve a su condición humana, su voz ronca desaparece del todo, su voz se aclara como la de Bella. Los efectos sonoros siguen una evolución parecida. Efectivamente, las primeras veces que vemos a la Bestia, además de oír su voz agresiva y la música estremecedora que le acompaña, oímos sus garras en el suelo, el sonido de su capa que acompaña su movimiento fugaz. Es una combinación de sonidos estridentes y graves, desagradables al oído, que refuerzan la bestialidad (o animalidad) del personaje. Pero a medida que la Bestia cambia, estos sonidos se hacen menos perceptibles, hasta desaparecer. Esto se ve muy bien si comparamos los sonidos (y voz) de sus primeras apariciones con los de cualquier otra escena de la parte final de la película, como cuando observa a Bella jugar y pasear en la nieve o la escena de la biblioteca que ya hemos citado. Ahora veamos la parte musical de la Bestia. La música de las primeras apariciones de la Bestia aporta una sensación de temor al espectador. Es una música brusca, con sacudidas fuertes, es terrorífica. También se nota que es más bien grave. Su llegada se anuncia a través de un cambio brusco de música, se crean notas que transmiten temor, suspense, miedo… el ritmo concuerda además con los cambios de planos, que se apaga el fuego… (ver video) 

La música nos anticipa la aparición de la bestia entrando antes de que le veamos aparecer en escena y utiliza acordes disonantes y estremecedores. La pesadez de estos acordes nos ponen en una situación de conflicto ya que la Bestia corta con toda la música alegre y risueña que dominaba hasta su llegada.  En la segunda aparición su figura de “bestia” está acentuada por una música in crescendo que enfatiza su cuerpo enorme. Se utilizan aquí instrumentos de vienta metal y percusión muy grave para representar este temor. (ver video)

 
En las escenas de pelea notamos cierta aceleración de ritmo pero cada vez que la Bestia tiene rasgos animales (y durante los combates suele tenerlos mucho) la música se hace más imponente, más grave... jugando con la aceleración y la cadencia entre sonidos muy graves y muy agudos (ver video).


Sin embargo, lo interesante está en que este tipo de música evoluciona a lo largo de la película. Lo que sería el leitmotiv de la Bestia desaparece o se modifica. La música, en la segunda parte de la película, se vuelve más dulce, más similar a la de Bella. Ya no se oyen esas melodías crecientes y fuertes, con notas graves, pesadas y agresivas. Al contrario; la música que suena cuando la Bella y la Bestia están jugando en la nieve es la primera (y única) durante la cual la Bestia canta. (ver video)

Se oye entonces una voz agradable y dulce y una melodía que transmite “felicidad”. Eso es una gran evolución en el personaje de la Bestia, aunque como ya hemos apuntado, esas músicas definen más aun que el personaje de la Bestia, la evolución de su relación con la Bella. Por supuesto la canción que más ilustra ese cambio en la Bestia, pero también en su relación con la Bella, es la canción más famosa, la del baile de vals. Como hemos dicho, empieza con algunas notas que se repiten (frase musical) y que son como el leitmotiv de la relación entre ellos dos.

La música de la Bestia es entonces muy ilustrativa del personaje porque no solo nos asusta cuando el personaje es un animal sino que luego nos da alegría y nos transmite dulzura cuando la Bestia se humaniza.